Estos alimentos tienen más facilidad para consumirse en mayores cantidades bien sea por su facilidad de consumo (sin refrigeración y fecha de caducidad larga), su gran accesibilidad (distribución comercial) o por el prestigio social que conlleva su consumo, sobre todo entre la juventud (publicidad).
Estas comidas las conseguimos tanto en restaurantes de comida rápida, como en los supermercados. Está muy relacionada con la modernización, globalización y el desarrollo económico de los países (aunque cada vez más, se da en países en vías de desarrollo o subdesarrollados).
Los más comunes de estos alimentos, presentes en muchos hogares, son: las hamburguesas, salchichas, patatas fritas, productos congelados para la preparación en microondas o freidora, bebidas gaseosas, productos azucarados, bollería....
El consumo habitual de esta comida está ligado directamente con la obesidad, altos niveles de colesterol, diabetes tipo II, enfermedades del corazón, caries.... Tanto por la frecuencia de su consumo, como por la sustitución de otros alimentos más sanos y beneficiosos para la salud (frutas, verduras, legumbres...). También se une a esto el mayor sedentarismo, con más importancia en los niños.
Ningún alimento hay que eliminarlo de la dieta pero hay que evitar hábitos alimentarios monótonos y repetitivos, sobre todo de productos poco saludables. Aunque es cierto, que determinados "alimentos" hay que intentar alejarlo lo más posible de la dieta, como azucares, grasas trans y aditivos, saborizantes, colorantes y demás añadidos químicos...
Hay que intentar una variedad en la dieta como tarea esencial. El consumir estos productos puntualmente, dentro de una dieta adecuada, no tiene mayor problema.
" Cualquier alimento es perjudicial para la salud, si se abusa de su consumo".
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