Apuntes. Dias de playa

Hoy voy a comentar en esta entrada, una parcela de mi vida personal, cosa que no me gusta mucho reflejar en el blog.

 Una de las cosas  que más me gusta en mi tiempo de ocio es ir a la playa. Da igual que sea verano o invierno, que haga viento o mucho calor, la playa me da energía, el sol, el calor... en fin, que me da vida y me carga las pilas.

 Me gusta ir a la playa, pero no a una playa cualquiera. Es más, a la típica playa turística, con hoteles, chiringuitos y bares de copas, esas, no me gustan nada.

 Normalmente solemos ir a una playa en un parque natural, a la que se accede, desde donde puedes dejar el coche,  andando durante 1,5 km. entre pinares.

 Obviamente no hay nada de infraestructuras, ni socorrista, ni duchas...  Solamente naturaleza y otros bañistas que vayan como nosotros.

 Tienes que llevar todo lo que vayas a necesitar: comida, agua, sombra, abrigo, etc.  Normalmente llegamos por la mañana temprano, y nos quedamos hasta el atardecer. Pasamos todo el día, y volvemos día tras día, según lo que nos permita nuestro tiempo libre. 

 Asi que hacemos 100 km de ida y otros tantos de vuelta, más la caminata correspondiente, pero disfrutamos de un lugar maravilloso y casi, exclusivo.

 Con el tiempo, las necesidades y la experiencia, hemos ido evolucionando y encontrando un equilibrio entre comodidad y poco peso (todo lo tenemos que llevar en mochila o cargándolo a mano, durante una hora de camino, entre ida y vuelta), y pasamos de llevar una sombrilla, una toalla y un bocadillo, a llevar todo lo necesario para estar lo más cómodos posible y tener todo lo que pudiésemos necesitar.

 Voy a mostrar algunas fotos de cómo nos lo montamos, según las circunstancias de más calor, más viento, etc. Teniendo en cuenta que todo lo tenemos que portear, no vale pensar en llevarse una hamaca con techo y colchón de 15 cm.

 Actualmente llevamos dos mochilas y una bolsa nevera. Y ahí acoplamos todo: dos sombrillas, dos sillas plegables, una mesita plegable, dos pareos que hacen la función de toalla, una tela grande como toldo para el sol o el viento, cuerdas, pinzas y piquetas, y luego el tema de la comida: cubiertos, agua, comida (nunca llevamos bocadillos o similar) y nuestros efectos personales, como lectura, música, protector solar, etc... para disfrutar del tiempo libre.

 En otra entrada, hablaré sobre "LA COMIDA DE LA PLAYA", porque quiero mostrar que no solo de bocatas y filetes empanados vive el playero, y que se puede comer muy bien, sano, y seguro, con vistas al mar.