Hoy he salido del paso con una receta de aprovechamiento, con lo que tenía a mano. Me he inspirado en las judías en salsa dulce que se ven en los bufés de desayuno, en los hoteles con clientela europea. Cuando voy a Portugal, siempre están para el desayuno, y alguna vez las probé pero no es lo más apetecible, para mi, para desayunar.
Pues al final, el "invento" ha quedado buenísimo, y lo subo al blog, para tenerla a mano para cuando quiera repetir la receta.
Los ingredientes:
- un bote de 400 gr. de judías blancas cocidas (en mi caso eran de carilla, que me las traigo de Portugal cuando voy de finde, pero sirven las blancas que tenemos aqui).
- un paquete de bacón cortado, o la cantidad que nos guste.
- 250 gr. de judías verdes congeladas.
- una lata de tomate natural triturado de 800 gr.
- una cebolla
- un pimiento italiano
- dos dientes de ajo
- aceite de oliva y sal. (un poquito de cayena molida le irá de perlas. Para la próxima, se la pongo)
La preparación:
Picamos las verduras y las sofreimos en un par de cucharadas de aceite de oliva, para hacer el tomate frito. Cuando estén pochadas, añadimos la lata de tomate, una pizca de sal, y dejamos sofreir, hasta que el tomate frito esté listo.
Mientras tanto, cocemos las judías verdes al vapor en el microondas. En mi caso, las he dejado 6 minutos a 800 W (100% de potencia) en un recipiente de silicona con tapa.
Salteamos el bacon en tiras, en una cacerola, si nada de grasa, ya que se hace en la suya propia. Cuando estén tostaditos, se añade al recipiente del tomate.
Enjuagamos bien las judías blancas cocidas de su líquido de conservación, y las reservamos.
Cuando el tomate esté frito, incorporamos las judías verdes cocidas y las judías blancas escurridas. Mezclamos todo bien, las probamos de sal, y sería el momento de añadirle una pizca de cayena molida, que le dé un puntito picantito.
Están de muerte, y es una receta muy socorrida, porque se hace con básico de despensa y congelador.
Espero que os guste.
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