También es un plato barato, que aprovecha sobras de otros, y sano. Es una forma diferente de comer pescado, sobre todo para los niños que no están educados para comerlo.
Los ingredientes:
- 500 gr. de pescado congelado sin espinas (merluza, abadejo, etc)
- 100-150 gr de pan duro
- leche
- dos dientes de ajo
- un huevo
- perejil, laurel, harina, aceite de oliva, sal
La preparación:
Ponemos a remojar el pan duro con leche. Si sólo fuese miga, se desmenuza y ya está, pero como también vamos a aprovechar la corteza del pan, se puede pasar por la batidora quedando una especie de bechamel espesa. Se coloca en un bol.
Por otra parte ponemos a hervir agua con sal y una hoja de laurel. Cuando empiece a hervir, añadimos el pescado, y cuando vuelva a hervir de nuevo el agua, lo apagamos y lo dejamos ahí unos 15 minutos.
Añadimos al pan con leche, los dientes de ajo muy picados y el perejil, picado también. Troceamos el pescado menudo (mejor si se pica con la picadora, no batido) y se añade también al pan. Se salpimenta, mezclando bien, y se añade el huevo crudo.
Se mezcla bien, y si queda muy pegajoso, se puede añadir un poco de pan rallado para que espese algo. Se mete al frigo para que se enfríe y endurezca la masa.
Se hacen las bolitas de pescado, y se rebozan en harina. En este punto se pueden congelar, y dejarlas para otro día. Con solo descongelar y freír, ya están listas.
Se van friendo en aceite de oliva, y se ponen a escurrir en papel absorbente.
Se pueden acompañar con infinidad de salsas, desde tomate frito, mahonesa, hasta algo más elaborado como de pimientos, de cebolla, o cualquiera que se nos ocurra o nos sobre de otro plato.
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