Los ingredientes:
- un pollo troceado en trozos pequeñitos.
- una cabeza de ajo grande
- medio vasito de vino blanco
- tres cucharadas de aceite de oliva.
La preparación:
Pelamos y picamos los ajos, y reservamos.
Calentamos el aceite en una sartén y echamos el pollo. Procuramos que ocupen la base de la sartén, y no estén amontonados, para que se haga por igual.
Cuando empiecen a perder el color de crudo, añadimos los ajos picados, y vamos removiendo bien, para que se vaya haciendo, sin que se queme el ajo. Salamos.
Cuando empiecen a estar doraditos, añadimos el vino blanco. Dejamos reducir un poco el alcohol, y añadimos un vasito de agua.
Dejamos cocer unos 20 minutos, hasta que esté hecho.
Acompañar con unas patatas fritas o un arroz blanco.
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